MIRLO COMÚN EUROASIÁTICO (Turdus merula)

ÍNDICE

GENERALIDADES

Mirlo común euroasiático (Turdus merula) (fotografía de Néstor Domínguez)

El conocido como mirlo común euroasiático (Turdus merula) es una paseriforme genéticamente cercana a los zorzales, tarabillas y petirrojos. Sus dominios se extienden por el  hemisferio norte terrestre; desde la Macaronesia hasta el oeste de China, siendo además una especie introducida en Australia y Nueva Zelanda. Pese a que es residente en la mayor parte de su área de distribución, puede hibernar en regiones cálidas, tales como el norte de África, o bien, veranear en ambientes fríos, como es el caso del norte de Europa.

Su canto, melódico y complejo, es muy reconocible en los numerosos bosques, dehesas y áreas cultivadas de las regiones templadas de Europa. Asimismo, se trata de un ave muy adaptable a las zonas urbanizadas, a las cuales se habitúa siempre que tenga a disposición árboles en los que poder anidar, y, aunque puede perfectamente coexistir con el humano, no ha llegado a tener una dependencia total de éste para su subsistencia.

Su carácter es valiente, arisco, solitario, vivaz y activo. No dudará, pues, en poner su vida en peligro frente a un depredador si la situación lo requiere. Además, a los machos adultos les encanta desplegar sus encantos en lugares altos y visibles, posición en la cual, efectivamente, no pasan inadvertidos, dado que exhiben un destacado plumaje negro brillante, que, en época de celo, se adorna con un color amarillo intenso en el pico y los aros oculares, lo que permite realzar aún más su vistoso aspecto.

Actualmente, se conocen las siguientes subespecies de mirlo común euroasiático, según IOC Word Bird List (v. 10.1) (2020):

  • T. m. merula: esta es la subespecie holotipo, siendo la más común de observar en Europa.
  • T. m. azorensis: esta subespecie se encuentra en  las Islas Azores.
  • T. m. cabrerae: esta subespecie de mirlo común habita en las Islas Canarias centro-occidentales y en el archipiélago de Madeira.
  • T. m. mauritanicus: esta subespecie de mirlo es propia del noroeste de África.
  • T. m. aterrimus: esta subespecie se puede encontrar en la Península de los Balcanes, pudiéndose observar, además, en el área limítrofe con el Mar Negro.
  • T. m. intermedius: esta subespecie se puede avistar en el noreste y oeste de Afganistán.
  • T. m. syriacus: esta subespecie habita en algunas islas griegas, en Turquía y en ciertas localizaciones de oriente medio.
Turdus merula ssp. cabrerae

Existen, del mismo modo, algunas posibles subespecies por determinar, para lo cual se están realizando estudios referentes a sus caracteres biométricos, las diferencias percibidas en su canto o en su comportamiento, particularidades en la puesta, y otros aspectos observables. Pese a que en la última actualización de IOC Word Bird List de 2020 únicamente aparecen como subespecies de Turdus merula las anteriormente citadas, algunas fuentes señalan a otras como subespecies de mirlo euroasiático de pleno derecho, y es posible que las veamos próximamente reflejadas en IOC Word Bird List. Algunas de las posibles subespecies a determinar son las siguientes:

  • T. m. insularum: de oriente medio.
  • T. m. buddae: en el Tíbet. Aunque esta es, posiblemente, una subespecie del llamado mirlo del  Himalaya (Turdus maximus), antiguamente se nombraba como subespecie de Turdus merula.

DISTRIBUCIÓN

El mirlo común euroasiático se distribuye ampliamente por zonas de clima templado de Europa, Asia, norte de África, Australia (introducido) y Nueva Zelanda (introducido). No habita en zonas polares ni en biomas con poca vegetación arbórea. En la mayoría de áreas por las que se distribuye es residente, pero en zonas muy frías, como en el norte de la Península de Escandinavia, suele presentar comportamiento migratorio, ya que allí se instala exclusivamente para veranear. Por el contrario, a zonas muy calurosas, como al norte de África, acude para invernar.

HÁBITAT

El mirlo común se adapta a multitud de biomas boscosos, aunque no necesita la presencia de grandes masas forestales. Prefiere el pinar con sotobosque y bosques templados caducifolios. Se adapta perfectamente a vivir en parques, jardines, cultivos, campos de golf y zonas urbanas con presencia de árboles, no necesitando la presencia del  humano para su supervivencia.

MORFOLOGÍA

Fotografía de mirlo macho adulto tomada en el Sauzal (Tenerife),tomada en una zona ajardinada (fotografía de Ana Melisa Díaz)

El mirlo común euroasiático es bien reconocible por su aspecto. Recuerda a un zorzal de tamaño mediano, con 24-29 cm de longitud en el  caso de T. m. merula europeo, y se sitúa a medio camino entre T. simillimus (mirlo indio, que es más pequeño), y el algo mayor T. maximus (mirlo del  Himalaya). Posee alas redondeadas (34-38,5 cm de envergadura en T. m. merula) y cola larga y alta, típicas características estas de múltiples aves forestales. Parece haber una variación de tamaño en los mirlos de áreas montañosas, siendo estos algo más grandes que los que habitan en zonas bajas. En el centro y sur peninsular, la coloración tiende a ser más oscura en los machos y más oscura y más gris en las hembras, características de Turdus merula mauritanicus Hartert 1902, presente en el norte de África (Cramp, 1988. Citado en la Enciclopedia Virtual de Los vertebrados españoles). T. m. cabrerae, residente en el archipiélago canario (concretamente, en las islas de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro) y en Madeira, se distancia de las subespecies continentales, sobre todo en color, ya que la cabrerae es más oscura, tanto en el caso del macho como de la hembra, y también presenta un tamaño algo menor, rondando los 25 cm de largo, según F. Pérez (2003). Además, con respecto a las continentales, en esta subespecie macaronésica, las hembras exponen un pico amarillento y muy poco blanco en la garganta (Clement y Hathway, 2000. Citado en la Enciclopedia Virtual de Los vertebrados Españoles).

El mirlo euroasiático muestra un marcado dimorfismo sexual: los machos adultos lucen un plumaje negro lustroso y un pico amarillo o anaranjado, igualmente brillante. Asimismo, exhiben un anillo ocular amarillo bastante llamativo y sus patas son oscuras. Las hembras, por su parte, son más pardas y de aspecto menos fulgurante. Además, en algunas subespecies son algo más pequeñas que los machos, pudiendo llegar a mostrar alguna mancha rojiza o anaranjada en el pecho y, usualmente, presentan plumaje moteado.

Los jóvenes son más pálidos que las hembras adultas y más intensamente punteados o rayados de naranja, rojo o castaño en las partes inferiores. Las aves de primer invierno recuerdan a la hembra adulta (Clement y Hathway, 2000. Citado en la Enciclopedia Virtual de Los vertebrados Españoles). Los ejemplares más viejos se pueden reconocer por presentar despigmentación en su plumaje.

Este mirlo es un ejemplar viejo, usualmente presentan despigmentación en sus plumas (fotografía de Néstor Domínguez)

COMPORTAMIENTO

Mirlo macho durante su búsqueda de alimento en el suelo (fotografía de Ana Melisa Díaz)

Es un pájaro territorial y  agresivo con otras aves, incluso con otros mirlos, tanto los machos como las hembras. Su territorio variará entre 0,2 y 0,5 hectáreas en función de la disponibilidad de recursos alimenticios. Cabe la posibilidad de que formen pequeños grupos fuera de la época de cría.

Muestra una actitud vivaz e incansable, manteniéndose siempre alerta de lo que ocurra a su alrededor. Si localiza a un depredador realizará «kracks» ruidosos para señalar su posición, y si otra ave invade su espacio, o bien otro mirlo trata de robar su pareja, emitirá sonidos estruendosos, pudiendo además producirse una breve pelea que es más bien una demostración de fuerza. En esta especie las hembras también se pueden enfrentar a otras en cortas pero violentas refriegas. Para hacerse notar en su territorio, los machos suelen colocarse en lugares altos y exponer un amplio repertorio de “estrofas” melodiosas. Se desplaza realizando un vuelo ágil, dibujando ligeras ondas y, usualmente, a baja altura.

Los machos de mirlo común buscan lugares altos para cantar y hacerse notar en su territorio (fotografía de Néstor Domínguez)

ALIMENTACIÓN

El mirlo común es un animal omnívoro. Preferentemente, se alimenta de lombrices de tierra y larvas de insectos, pero también caza arañas e insectos adultos. Además complementa su dieta con diversos frutos y semillas de lo que encuentre en su territorio.

Caza principalmente en el suelo, escarbando entre la hojarasca ruidosamente, aunque también se puede ver cazando en ramas bajas.

Mirlo común cazando
Mirlo comiendo semillas (fotografía de Ana Melisa Díaz)
Mirlo alimentándose en una morera (foto de Néstor Domínguez)

REPRODUCCIÓN

Los machos de mirlo común, comienzan a atraer a las hembras en febrero. Una vez se empareje, tendrá comportamiento monógamo, siempre y cuando ningún miembro de la pareja sea expulsado del territorio por otro mirlo. La temporada de reproducción se inicia en marzo y termina en julio, realizándose, usualmente, dos o tres puestas cada año. El nido es construido por la hembra, aunque el macho ayuda aportando material; tiene forma de taza diseñada con ramas y hojas, y dispone de un tapizado interior de material blando.

Cada puesta consta de entre 2 y 6 huevos azulados con moteado pardo-rojizo. Los incubará la hembra durante 13 días (SEO/birdlife). Los pollos nacen desnudos y con los ojos cerrados. En la primera semana, abren los ojos y se cubren de plumón grisáceo. El pico de éstos es amarillo en los bordes con las comisuras blancas, mientras que el interior es anaranjado. Con el paso de los días desarrollan un plumaje pardo oscuro moteado con tonos claros en el dorso. Abandonan el nido, sin capacidad de vuelo, a las dos semanas de haber nacido, aproximadamente, y se mantienen cerca del nido, donde siguen siendo alimentados por los padres unos días más. Alrededor de tres semanas después de haber nacido, los pollos tienen la suficiente capacidad de vuelo y autonomía para abandonar el territorio donde nacieron por su cuenta. A los ejemplares jóvenes que han abandonado el nido pero no tienen capacidad de vuelo se les conoce como «vontalones».

Espero que este repaso sobre el mirlo común europeo haya sido de provecho. Si te ha gustado, puedes dejar un like, compartirlo en las redes sociales y enviarlo a dispositivos móviles.

¡Saludos a todos!

Néstor Domínguez.

BIBLIOGRAFÍA

  • Clement P. & Hathway R. Thrushes. Christopher Helm, Londres. 2000
  • Cramp, S. (Ed.). (1988). The birds of the western Paleartic. Volumen V. Oxford University Press, Oxford. 1988.
  • Csörg, Tibor; Fehérvári, Péter; Karcza, Zsolt; & Harnos, Andrea. Exploratory analyses of migration timing and morphometrics of the Common Blackbird (Turdus merula). Ornis Hungarica. 2017 .25(1): 147–176. DOI: 10.1515/orhu-2017-0010. 2017.
  • Gill, F. & Donsker, D. (eds.) 2018. IOC World Bird List (v 8.1). – DOI: 10.14344/IOC.ML.8.1. 2018
  • Djemadi,  Imed; Bakhouch, Badis; DraiDi, Khalil & Bouslama, Zihad. Biometric data of North African Blackbird Turdus merula: are there many subspecies?. Ornis Hungarica 2019. 27(2): 67–76. DOI: 10.2478/orhu-2019-0016. 2019.
  • Pérez Padrón, Francisco. Las aves de Canarias (4ª edición). Ed. Publicaciones turquesa S.L. 2003. 137 pags.

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